viernes, 27 de enero de 2012


Una tarde de  

performances

     El pasado viernes varios estudiantes de la facultad de artes específicamente los que cursamos la materia de crítica de la danza se nos asigno asistir a una serie de performances que se darían lugar en las afueras del teatro Lía Bermudez y fuimos testigos presenciales de lo que allí ocurrió.
     En la primera acción pudimos observar una improvisación basada en el action painting, donde una mujer vestida de blanco entro caminando tranquila y serenamente de entre la multitud que en ese dia se congregaba a las afueras del teatro, siendo hasta parte de ellos, casi imperceptiblemente se alejo de la multitud que la camuflaba y abordo la acción sentándose a leer un periódico tal vez con malas o buenas noticias y cuando termino empezó a desgarrar uno por uno un conjunto de globos con pintura que estaban alrededor de ella sin parar, sin hacer muchos movimientos grandes, ni mucha búsqueda de posibilidades corporales diferentes de cómo poder explotar esos globos con pintura, así fue hasta que no quedo ninguno y en su entorno solo existía el color amarillo, azul y el rojo que poco a poco se fue expandiendo en un mar de pintura tricolor, luego de esto la mujer volvió a su posición inicial y retomo la acción de leer el periódico.
     Mi lectura particular de este performance se basa en que considero que el action painting es una manifestación artística utilizada por muchos interpretes amantes de las acciones de calle que siempre tienen algo que decir, un mensaje, una idea, un pensamiento que quieren expresar y difundir. Debido a que es una herramienta artística generalmente callejera que suele exponerse en muchísimas ocasiones, pienso que este performance en particular debió buscar ir más allá de solo abordar la acción explotando pelotas de pintura y buscar una manera más novedosa, creativa, con más posibilidades de movimiento e imaginación para difundir el mensaje expuesto y que pudiera captar al público con algo más allá de lo que ya sabemos que se trata el action painting que a diario vemos en acciones de calle, ya sea por artistas fuera de las instalaciones de la facultad o por los mismos estudiantes de la Feda.
     En lo que respecta al mensaje que pudo transmitir este performance creo que lejos de analizar o querer entender que quiso la interprete reflejar pienso que fue una muestra de lo que sucede en nuestra cotidianidad, los problemas que enfrentamos a diario y el hecho de que la lectura del periódico puede representar el ser consciente de lo que hoy en día vivimos, de nuestra situación, de quienes somos, y de que aun a pesar de todo seguimos en una lucha constante, con nuestros miedos, inquietudes, necesidades y las formas en cómo nos caemos y volvemos a recuperar.
     En el segundo performance fuimos testigos de igual forma de cómo sus intérpretes entraron a abordar la acción desde la multitud que se encontraba en el lugar, fue un elemento por llamarlo de alguna manera sorpresa, ver esa forma de entrar e iniciar el trabajo, considero que es más honesto y real ver a los intérpretes perderse dentro de la multitud de calle, integrarse dentro de ella, involucrarlos de alguna manera para luego entrar en la acción.
     En lo que respecta a este segundo performance pudimos ver tres mujeres accionar. Dos de ellas sentadas dándose la espalda separadas por un espacio en el centro de ambas, cubiertas con el mismo vestuario neutro en blanco y negro que daba la impresión de una tensa calma en ellas, tenían misma expresión facial, donde sus rostros mostraban una especie de sonrisa tímida, el cuerpo ensimismado y manos que se tocaban una a la otra encima de las piernas. Mientras que la otra estaba de pie con una especie de pared negra sostenida en todo momento la cual dividía el espacio entre las otras dos mujeres, vestida de ese mismo color de pies a cabeza con una expresión en su rostro llena de serenidad, confianza, seguridad y desenfado. Caminando hacia delante y en retroceso mientras mordía una manzana sin parar.
     Debo mencionar que esta acción en particular me impresiono mucho y me permitió reiterar lo que en cada clase concientizo y es el hecho de que el cuerpo habla por sí solo y definitivamente las palabras y las acciones exageradas sobran, sin lugar a dudas menos es mas y se dice mucho más. Pude contemplar como el silencio decía tantas cosas a gritos, como dos seres estaban unidos por un mismo hilo que las conectaba a un mismo sentimiento, que no podían dejar, al que no se podían despegar, que tal vez les hacía daño o las mantenía sujetas, atrapadas en una pared negra de la cual eran esclavas, queriendo ceder a un cambio, a un nuevo renacer, a un inicio a salir de esa capsula negra que si bien es un lugar cómodo donde nada va a pasar, es necesario salir para ser libres. Cuando esa pared negra por fin termino su indeciso andar de adelante hacia atrás incesantemente y dio pasos firmes hacia delante sin mirar atrás ni retroceder hasta que definitivamente se fue, estos dos seres recuperaron su sonrisa, ésta vez una más expresiva, unos ojos más abiertos aún, mirándonos a todos y sus rostros hablaron demostrando un alivio y una limpieza interna, donde pudieron liberarse y por fin ser.

Fuente: María Esther Mejía

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