Movimientos en Contextos

       La danza escénica venezolana que funcionaba antes del siglo XX, está sujeta al estudio de trascendencia histórica, llena de divagaciones en sus datos, a pesar de esto se aspira a la afirmación de tales posturas entre los tiempos del día a día.

      En esencia la danza no estuvo inmersa de una vez en la sociedad existente, las artes externas que influyen en Venezuela fueron consideradas a través de los tiempos. Más tarde se presenta en relación a lo mismo hablado; la popular bailarina clásica rusa Pavlova en el Teatro Municipal de Caracas y de Puerto Cabello, quien causó un impactante lugar antes la aristocracia, la burguesía nacional y antes el medio callejero, dando un giro a Venezuela que estuvo en una posición de dictadura y le dio un sentido pertinente de modernidad, teniendo un gran público espectador de mujeres en sus presentaciones.

      Más tarde Gally de Mamay, rusa también inicia a impartir clases de ballet como apertura de danzas en la sociedad, dando su ingenio técnico en instrucción a las niñas, entregándose a un espíritu  de formación ante sus alumnas.

    Más tarde se crea el Retablo de Maravillas, incorporándose para 1950 en las danzas tradicionales, grupos de las cuales emergía Yolanda Moreno, reconocida como la bailarina del pueblo.

     Para 1948 se crea la Escuela Nacional de Ballet por Nena Coronil, disciplina de Gally de Mamay, Dmitri y Steffy Stahl, como institución para la profesionalización de la danza clásica en Venezuela. La caída de Rómulo Gallegos hizo que se perdiera el apoyo en la institución, llevando a un nuevo porvenir tal situación en la misma.

     Al final el bailarín mexicano Gresca Holguín, fue el precursor fundamental de la expresión de la danza en Venezuela, quien tuvo sus inicios en los Ángeles, Estados Unidos. Fue él quien formó a las generaciones primeras, en su trayecto como artistas de la danza contemporánea de Venezuela.

Fuente: Zaidy Ortega